Gabriel Adolfo Garrido se describe a sí mismo
como Venezolano, ciudadano del mundo y receptáculo en el que existe una
poesía de la cual no es él el autor. Dice: “Yo nunca me pongo a escribir
poesía; la poesía llega a mí, y yo la escribo por lo cual no me pertenece;
de alguna manera no es mía. De repente siento que tengo algo dentro de mí
que no puedo expresar, pero sé que es poesía. Es una experiencia que no se
puede explicar y que es difícil de comprender.”
Su poesía se caracteriza
por un idioma puro y sencillo, de una suave melodía que esconde un
profundo significado. Muchas han sido las veces que he llevado sus libros
a mis montañas, para leer sus poesías en voz alta en el silencio del
bosque, para así poder impregnarme de su música y su sentido.
El mensaje conviene una
creencia en la vida, en la amistad pura, en la esperanza, y en la
eternidad de los sentimientos. La intención es de ayudarnos a comprender
el verdadero significado de la vida. Trata con ella de dejar todas las
ideas que han sido paradigmas en el espacio vital que a cada ser humano le
ha tocado vivir para demostrar que la vida es única, que no hay
competencia y que lo más importante es vivirla plenamente.
Nos aconseja: “No te
coloques en la posición de revivir el pasado. La realidad pertenece al
presente, y el presente determina el futuro. Vive el presente, vive el
hoy, aquí y ahora; para los que se apoyan en el infinito sostenedor del
universo el día de hoy esta lleno de bendiciones’.”
“Un viaje de
mil años comienza con un paso.”
Dr. Anita Padial
|